Pareciera que es parte de un destino por haber sido mujer, un destino que nos condena al dolor mensual, a las molestias físicas, los cambios emocionales, a las consecuencias desagradables de no saber cómo vivir en este cuerpo femenino.
Porque se trata de eso, de que nadie nos ha dicho nunca cómo debemos comer, hidratarnos, dormir, hacer nuestras rutinas para que nuestro ser mujer sea tan sano, que el periodo menstrual sea lo que está REALMENTE destinado a ser, un periodo de reflexión, de introspección, de muchísimo autoamor y de revisión de nuestra vida.
Tener dolor menstrual no va junto con pegado con ser mujer, para nada. Esas molestias son la forma en que nuestro cuerpo nos está diciendo que nuestra vida está desalineada con la naturaleza y lo que necesitan nuestros cuerpos y mentes, con el no abrazar por completo nuestro gran poder de creación y nuestro dharma de vida, con que necesitamos volver a nuestra raíz de ser Diosas.
Tristemente en Occidente, cultural, ideológica, religiosamente se nos ha castigado por todo el poder que hay en nosotras. Poder de dar vida, humana y energética, poder de visión, de generar torrentes de materialidad y por ser profundamente místicas. Se nos ha anesteciado y hecho creer que hay algo mal en la forma en cómo vivimos y eso nos está creando gritos estridentes en nuestros úteros llenos de costras secas, mocos, miomas, quistes, fríos y sin fertilidad.
Es momento de ser verdaderamente dueñas de nuestro ser, tomar nuestra vida femenina entre nuestras manos, empollarla y cuidarla de nuevo, aprender cómo se vive en un cuerpo femenino, qué requiere, cómo digiere, cómo crea, cómo mantenerse en vida sana para que eso se refleje en nuestra menstruación y podemos volver a sentirnos dichosas de ser mujer.
SI quieres aprender a hacerlo y estás lista para llevarlo a tu vida diaria, te invitamos a Raja, SALUD MENSTRUAL, un programa de 8 semanas que inicia este domingo donde con un grupo de mujeres en comunidad aprenderás cómo recuperar tu poder de ser mujer desde tu vida cotidiana.
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